Ya va siendo un año, y sigo con la maldita sensación de preocuparme más de la cuenta por personas a las que no les correspondería ese beneficio. Lo diferente, es que esta vez no me da una pizca de miedo tomar medidas, ya que cuando me convenzo de que hago algo que me parece justo, no tengo limitantes. Las "=)" y la sarta de emoticon me dan bastante igual a estas alturas. Es claro que por ahí no comienzan las demostraciones que me interesan. Lamentablemente, muchas de las escusas se construyen con esos mismos materiales.
Por otro lado, a otros les deseo un feliz cumpleaños. "=)"
sábado, 3 de octubre de 2009
martes, 29 de septiembre de 2009
Cuántos se han ido...
Este sábado ya habrá pasado un año... aún no lo creo, amigos míos...
Un saludo.
Un saludo.
lunes, 21 de septiembre de 2009
viernes, 4 de septiembre de 2009
Zoolo
Buena memoria es aquella que recuerda el primer teléfono que tuvo el programa Zoolo TV:
09 427 45 42
¡Ha!
09 427 45 42
¡Ha!
jueves, 3 de septiembre de 2009
martes, 1 de septiembre de 2009
lunes, 4 de mayo de 2009
viernes, 3 de abril de 2009
Que le den, a la vida, ¡que le den!
La vida es una tipa. Una tipa flaca. El pelo lo tiene largo. Siempre largo, pero se lo cuida. Lo cuida más que a los amigos y sus sueños. No le gusta hablar mucho. Es un poco negligente, pero tiene encanto. Encanta a todos, hasta a su peor enemigo. Su peor enemigo es tsundere por ella. Es más, hay quienes la dejaron hablando pestes de ella, para pasar irse a un sitio mejor, pero por dentro lloraban. No lo aguantaban. En realidad no querían dejarla. ¡Vaya sí! Querían llamar su atención. La dejaron para llamar su atención..., pero ella no los miró..., es que como de ellos hay tantos... (se sintió frustrada, eso sí.)
Y yo la miro. Mi sueño es tenerla de mascota, pero eso no se pueeeeede, es casi imposible (como en el HarvestMoon, cuando te casas con la Goddess..., filo. Ojalá cachen). La miro de lejos, me acerco de a poco. Hago como que no la conozco, pero en realidad me gustaría pedir varias de ella (por internet), para tenerlas en mi pieza, en caso de. Ojalá en una repiza y mirarle las bragas. Pero yo me hago el leso, me sigo haciendo el leso. Tengo miedo de conversar con ella... "Está muy ocupada..., siempre está ocupada...", pero en el fondo la huevona no hace nada muy productivo. Está ahí, y ya. De hecho uno tiene que ir y hacerle las cosas.
Yo le tengo un poco de rencor (pero en serio). Hace un tiempo se le cayeron muchas tazas de café finísimas, y dijo "ups". Discutí mucho con otros secretos admiradores de ella, y me dijeron que no podía echarle la culpa. Ella nunca iba a poder tener la culpa de nada, decían. Es una tipa, después de todo. Eso es un poco machista, dije yo. No me pescaron.
¡Un día quedé atónito! Tomó un pajarito, le sacó las alas y lo mandó a volar. Le escribí una carta y se la tiré por debajo de su puerta: "¡¿No cree usted, su excelencia, que es contraproducente intentar un vuelo cuando no se tiene un elemento esencial en la blablabla?!". "¡¿Y qué te importa a tí, %&$#?!", me dijo. Wow, qué ordinaria. Postdata: "¿Y qué culpa tengo yo?".
No sé por qué una mina así tiene tanto fan. "Que le den", dije un día. "Que le den". Suena bakán..., es un diálogo que no podría decir acá en Chile sin que me miren raro y me griten "¡Coño, coño, coño!". Es como "que se pudra", pero con más "que le den".
"Ahí está esa otra vez..., que le den". La miré bien, y adivinen: ¡Se sacaba los mocos! ¡Ella! ¡Ella también! Puaj, tendría que haberle sacado una foto, pero andaba sin el cilindro esa vez. Apuesto a que perdía todos los fans. Pero me escuchó. No sé cómo, y me escuchó los pensamientos. "Obvio que yo también me los saco..., sino se me tapan las narices, ¡pao!". Woah. Su voz se oyó especialmente dulce en esa ocasión.
Aunque me dijo "pao"...
No tiene un vocabulario muy amplio, parece. Qué rústica es a veces. No sé para qué se arregla. La moda, claro. Le preocupa aunque lo niegue.
Una vez desperté en el césped, y al pasar la gente se reía de mí. Pesqué un pedazo de aluminio que había en el suelo (eso se llama suerte) y me miré: Me cortaron el pelo..., alguien. Y me rayó la cara, de yapa. No soy tan irreflexivo, así que, a pesar de enfurecerme, no culpé a nadie inmediatamente. Un compañero me miró y me dijo "Fue ella". "¡¿Ella, la...!?". "Sep". Así que fuí a encararla.
Se me salió el indio, un poco, así que tiré un par de frases soeces (o malsonantes, también, me sugirió google). "Si poh, fui yo..., igual disculpa", me dijo. Me extrañé..., fue cortés, pero no se me pasó el enojo. "¡¡Entonces dame algo para limpiarme!!". "No sale". "¡Qué! ¡¡Chuaaa!!". A las mujeres no se les pega, a las mujeres no se les pega, salía la moral. No tiene sentido. Yo arreglaría esa frase: a los seres humanos no se les pega. Pero bueno, ya la tenía internalizada, así que me aguanté de aforrarle. Le hice un gesto con el dedo medio, eso sí. No resistí del todo la rabia.
Me iba yendo, y me dijo "Oye". Le respondí sin voltearme"Qué". "Pero el pelo te va a volver a crecer". "...".
Aunque la pregunta esencial era "¿Y por qué hizo eso? ¿Por qué a mí...?". Mabía algo de nervio y adrenalina en eso, y, al parecer, a pesar de darme diecisiete repsuestas distintas, fuí fácil para ella: "¿Y si lo hizo... porque le gusto?". Y empecé con al risita loca "quizás... ¡le gusto!", y todas las estupideces.
Bueno, al final las manchas sí salían. Sin darme cuenta, eso sí. Me quedan algunas. Creo que me haré otras y las dejaré como tatuajes (auqnue no me gustan mucho los tatuajes). El pelo sigue creciendo. Feo, pero sí, sigue creciendo.
Después ví al pichón del otro día: tenía unas alas artesanales extrañísimas... ¡Pero volaba!
Y yo la miro. Mi sueño es tenerla de mascota, pero eso no se pueeeeede, es casi imposible (como en el HarvestMoon, cuando te casas con la Goddess..., filo. Ojalá cachen). La miro de lejos, me acerco de a poco. Hago como que no la conozco, pero en realidad me gustaría pedir varias de ella (por internet), para tenerlas en mi pieza, en caso de. Ojalá en una repiza y mirarle las bragas. Pero yo me hago el leso, me sigo haciendo el leso. Tengo miedo de conversar con ella... "Está muy ocupada..., siempre está ocupada...", pero en el fondo la huevona no hace nada muy productivo. Está ahí, y ya. De hecho uno tiene que ir y hacerle las cosas.
Yo le tengo un poco de rencor (pero en serio). Hace un tiempo se le cayeron muchas tazas de café finísimas, y dijo "ups". Discutí mucho con otros secretos admiradores de ella, y me dijeron que no podía echarle la culpa. Ella nunca iba a poder tener la culpa de nada, decían. Es una tipa, después de todo. Eso es un poco machista, dije yo. No me pescaron.
¡Un día quedé atónito! Tomó un pajarito, le sacó las alas y lo mandó a volar. Le escribí una carta y se la tiré por debajo de su puerta: "¡¿No cree usted, su excelencia, que es contraproducente intentar un vuelo cuando no se tiene un elemento esencial en la blablabla?!". "¡¿Y qué te importa a tí, %&$#?!", me dijo. Wow, qué ordinaria. Postdata: "¿Y qué culpa tengo yo?".
No sé por qué una mina así tiene tanto fan. "Que le den", dije un día. "Que le den". Suena bakán..., es un diálogo que no podría decir acá en Chile sin que me miren raro y me griten "¡Coño, coño, coño!". Es como "que se pudra", pero con más "que le den".
"Ahí está esa otra vez..., que le den". La miré bien, y adivinen: ¡Se sacaba los mocos! ¡Ella! ¡Ella también! Puaj, tendría que haberle sacado una foto, pero andaba sin el cilindro esa vez. Apuesto a que perdía todos los fans. Pero me escuchó. No sé cómo, y me escuchó los pensamientos. "Obvio que yo también me los saco..., sino se me tapan las narices, ¡pao!". Woah. Su voz se oyó especialmente dulce en esa ocasión.
Aunque me dijo "pao"...
No tiene un vocabulario muy amplio, parece. Qué rústica es a veces. No sé para qué se arregla. La moda, claro. Le preocupa aunque lo niegue.
Una vez desperté en el césped, y al pasar la gente se reía de mí. Pesqué un pedazo de aluminio que había en el suelo (eso se llama suerte) y me miré: Me cortaron el pelo..., alguien. Y me rayó la cara, de yapa. No soy tan irreflexivo, así que, a pesar de enfurecerme, no culpé a nadie inmediatamente. Un compañero me miró y me dijo "Fue ella". "¡¿Ella, la...!?". "Sep". Así que fuí a encararla.
Se me salió el indio, un poco, así que tiré un par de frases soeces (o malsonantes, también, me sugirió google). "Si poh, fui yo..., igual disculpa", me dijo. Me extrañé..., fue cortés, pero no se me pasó el enojo. "¡¡Entonces dame algo para limpiarme!!". "No sale". "¡Qué! ¡¡Chuaaa!!". A las mujeres no se les pega, a las mujeres no se les pega, salía la moral. No tiene sentido. Yo arreglaría esa frase: a los seres humanos no se les pega. Pero bueno, ya la tenía internalizada, así que me aguanté de aforrarle. Le hice un gesto con el dedo medio, eso sí. No resistí del todo la rabia.
Me iba yendo, y me dijo "Oye". Le respondí sin voltearme"Qué". "Pero el pelo te va a volver a crecer". "...".
Aunque la pregunta esencial era "¿Y por qué hizo eso? ¿Por qué a mí...?". Mabía algo de nervio y adrenalina en eso, y, al parecer, a pesar de darme diecisiete repsuestas distintas, fuí fácil para ella: "¿Y si lo hizo... porque le gusto?". Y empecé con al risita loca "quizás... ¡le gusto!", y todas las estupideces.
Bueno, al final las manchas sí salían. Sin darme cuenta, eso sí. Me quedan algunas. Creo que me haré otras y las dejaré como tatuajes (auqnue no me gustan mucho los tatuajes). El pelo sigue creciendo. Feo, pero sí, sigue creciendo.
Después ví al pichón del otro día: tenía unas alas artesanales extrañísimas... ¡Pero volaba!
jueves, 12 de marzo de 2009
Agüesome
Algunos de ustedes (¿quienes? xD) comprenden que han sido años difíciles..., meses, semanas y días difíciles. Pero bueno, se hace un balance, y no todo ha sido tan malo. Esta semana en particular, sí, ha tenido cosas caóticas, por lo que, como ser humano que soy, me he sentido un poco bajoneado.
Algo en lo que puse atención, es que intentaba arreglar las cosas de un zopetón, recordando algo en específico..., o esperando a que me ocurriera algo que cambiara toda mi estructura, o bien, yo mismo cambiarla: tomar decisiones destructivas (auto destructivas, si quieren, también), implacables, tener la frialdad de aguantar todas las consecuencias. Como cuando se arreglan las cosas en los monitos y en las películas.
Hay realmente pocas que cuentan lo más verdadero; el jovencito siempre termina llegando al final de la película dando la impresión de que jamás volverá a caer en lo mismo, nunca volverá a ser el patético que fue..., ni cometerá errores ni hará sufrir a los suyos. Nadie dice que después seguirán tropezando con la misma piedra, porque no hay casi ningún espectador que quiera oírlo, tampoco. Daría toda la impresión de que la gente no puede crecer, o que es pesimista pensar que uno no puede hacerse perfecto o casi perfecto en alguna ocasión.
¿Y eso qué será? ¿Por qué tan pocos aceptan que están cayendo en las mismas webadas una y otra vez? Y no, no van a vivir de forma miserable, no van a dejar de ser amados (se supone), no van a perder a los que realmente quieren, ¡pero tienen que aceptar que ser un bicharraco de esta especie conlleva a todo eso!. Al diablo con esa mugre llamada "ego" (eso, aprende, Fernando Bravo, que tú eres el menos indicado para decirlo. Lulz). 'Wooo, dijo que me equivoqué en algooo, me tiene malaaa'. 'No me puede dejar así en frente de mis esbirrooosss'.
Y ni hablar de los comentarios tipo 'Lol, si eres tan revolucionario pa' tus cosas, ¿porqué tanta necesidad de Notebook último modelo, de ropa Zara, de chocolates caros, de celulares bakanosos?' que hacen sentirse ofendidos a tantos.
Se suele ser más fuerte de lo que uno cree. Yo mismo me dí cuenta que el año pasado, tipo diciembre, noviembre, no estuve en una época fácil, y recordando, aún no me explico cómo fue que me concentré para pasar lo que tenía que pasar, vivir lo que tenía que vivir, reír lo que tenía que reír, y llorar todo el resto..., siguiendo vivo. No fue una mala hazaña. Es más, quiero aprender de mí. ¿Por qué se me olvida lo que aprendo? ¿Por qué aún sigo siendo caprichoso, si sé que es una weá? ¿Por qué no me callo cuando debo hacerlo? ¿Por qué hago risas fingidas? ¿Para qué me dejo llevar TANTO por la sociedad?. No aprendo, me desconcentro. Hay que ahorrar, ser fuerte, escuchar, aprender, pensar en los que están con uno, no desesperarse ante una crítica -bien intencionada o no-, no reírse de forma forzada, no menospreciar, no sobreestimar, no desesperar, no creerse superior, ser consecuente, aceptar las contradicciones que te restreguen en la cara.
Mañana al despertar volveré a perder el entusiasmo, pero tendré que recuperarlo conforme el día. Me invadirán las cosas que luché por olvidar ayer, entonces tendré que armarme de paciencia para volver a hacer el trabajo. No es tan terrible, tengo que aguantarme de no ponerme tan gil y quejica: ¡si todos los días se hace aseo, y se recoge la basura! Todos los días hay que lavar el baño, de hecho.
Próximamente: El 'lolóscopo' que desarrollé para determinar la personalidad de los individuos de acuerdo al helado doble que pidan. Atentas las Frambuessluts.
Nah, mejor no.
Un saludo.
Algo en lo que puse atención, es que intentaba arreglar las cosas de un zopetón, recordando algo en específico..., o esperando a que me ocurriera algo que cambiara toda mi estructura, o bien, yo mismo cambiarla: tomar decisiones destructivas (auto destructivas, si quieren, también), implacables, tener la frialdad de aguantar todas las consecuencias. Como cuando se arreglan las cosas en los monitos y en las películas.
Hay realmente pocas que cuentan lo más verdadero; el jovencito siempre termina llegando al final de la película dando la impresión de que jamás volverá a caer en lo mismo, nunca volverá a ser el patético que fue..., ni cometerá errores ni hará sufrir a los suyos. Nadie dice que después seguirán tropezando con la misma piedra, porque no hay casi ningún espectador que quiera oírlo, tampoco. Daría toda la impresión de que la gente no puede crecer, o que es pesimista pensar que uno no puede hacerse perfecto o casi perfecto en alguna ocasión.
¿Y eso qué será? ¿Por qué tan pocos aceptan que están cayendo en las mismas webadas una y otra vez? Y no, no van a vivir de forma miserable, no van a dejar de ser amados (se supone), no van a perder a los que realmente quieren, ¡pero tienen que aceptar que ser un bicharraco de esta especie conlleva a todo eso!. Al diablo con esa mugre llamada "ego" (eso, aprende, Fernando Bravo, que tú eres el menos indicado para decirlo. Lulz). 'Wooo, dijo que me equivoqué en algooo, me tiene malaaa'. 'No me puede dejar así en frente de mis esbirrooosss'.
Y ni hablar de los comentarios tipo 'Lol, si eres tan revolucionario pa' tus cosas, ¿porqué tanta necesidad de Notebook último modelo, de ropa Zara, de chocolates caros, de celulares bakanosos?' que hacen sentirse ofendidos a tantos.
Se suele ser más fuerte de lo que uno cree. Yo mismo me dí cuenta que el año pasado, tipo diciembre, noviembre, no estuve en una época fácil, y recordando, aún no me explico cómo fue que me concentré para pasar lo que tenía que pasar, vivir lo que tenía que vivir, reír lo que tenía que reír, y llorar todo el resto..., siguiendo vivo. No fue una mala hazaña. Es más, quiero aprender de mí. ¿Por qué se me olvida lo que aprendo? ¿Por qué aún sigo siendo caprichoso, si sé que es una weá? ¿Por qué no me callo cuando debo hacerlo? ¿Por qué hago risas fingidas? ¿Para qué me dejo llevar TANTO por la sociedad?. No aprendo, me desconcentro. Hay que ahorrar, ser fuerte, escuchar, aprender, pensar en los que están con uno, no desesperarse ante una crítica -bien intencionada o no-, no reírse de forma forzada, no menospreciar, no sobreestimar, no desesperar, no creerse superior, ser consecuente, aceptar las contradicciones que te restreguen en la cara.
Mañana al despertar volveré a perder el entusiasmo, pero tendré que recuperarlo conforme el día. Me invadirán las cosas que luché por olvidar ayer, entonces tendré que armarme de paciencia para volver a hacer el trabajo. No es tan terrible, tengo que aguantarme de no ponerme tan gil y quejica: ¡si todos los días se hace aseo, y se recoge la basura! Todos los días hay que lavar el baño, de hecho.
Próximamente: El 'lolóscopo' que desarrollé para determinar la personalidad de los individuos de acuerdo al helado doble que pidan. Atentas las Frambuessluts.
Nah, mejor no.
Un saludo.
lunes, 2 de marzo de 2009
Señalética
Resulta que en mi pasaje, cada vez que jugábamos algo que requiriera una selección, realizábamos el sorteo con una canción que despierta mis dudas acerca de su origen. Cuestión tal que existen dos versiones convencionalmente aceptadas -en mi sector, al menos-, pero que ignoro cuál es la real.
Versión primera:
"Al cargar la mata,
Me duele la guata,
Me tomo un yastá.
Vinteryá".
Su creación sugiere a la legua la influencia televisiva, específicamente de comerciales de la época..., no obstante, entre las dos, en mi opinión es definitivamente la mejor estructurada -¡dentro de todo!-.
Sin más, versión segunda:
"Al cargar la mata
La perra,
La guata,
La one, du, trí"
Parece ser una versión resimplificada de la anterior. El problema surge en mi memoria: Definitivamente recuerdo que la "versión segunda" la oí antes que la otra. Claro, ahí no se afirma nada, pero es una sugerencia a mi subconsciente de que la "versión definitivamente original" está allí, en una forma estructurada de esta última, y que la versión televisiva fue simplemente posterior por una cuestión de popularidad (¡No! ¡Espero que no! Me gusta más la de Vinteryá...).
Ni hablar qué pasa con esta pequeña variación que hallé en Internet:
"Al cargar la mata,
La perra,
Y la gata,
La One, Two, Three".
¿¡Y ahora resulta que es también una obra musical contemporánea chilena!? Hay que ver.
UnDosTres por mí y por todos mis compañeros.
¿Sería malo volver a jugar a esto ahora, a los veinte?
Versión primera:
"Al cargar la mata,
Me duele la guata,
Me tomo un yastá.
Vinteryá".
Su creación sugiere a la legua la influencia televisiva, específicamente de comerciales de la época..., no obstante, entre las dos, en mi opinión es definitivamente la mejor estructurada -¡dentro de todo!-.
Sin más, versión segunda:
"Al cargar la mata
La perra,
La guata,
La one, du, trí"
Parece ser una versión resimplificada de la anterior. El problema surge en mi memoria: Definitivamente recuerdo que la "versión segunda" la oí antes que la otra. Claro, ahí no se afirma nada, pero es una sugerencia a mi subconsciente de que la "versión definitivamente original" está allí, en una forma estructurada de esta última, y que la versión televisiva fue simplemente posterior por una cuestión de popularidad (¡No! ¡Espero que no! Me gusta más la de Vinteryá...).
Ni hablar qué pasa con esta pequeña variación que hallé en Internet:
"Al cargar la mata,
La perra,
Y la gata,
La One, Two, Three".
¿¡Y ahora resulta que es también una obra musical contemporánea chilena!? Hay que ver.
UnDosTres por mí y por todos mis compañeros.
¿Sería malo volver a jugar a esto ahora, a los veinte?
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