viernes, 30 de abril de 2010

¡Hola!

Hoy vengo a hablarles sobre una costumbre Chilena de la actual época de la cual no sólo no soy parte, sino que me margina de las celebraciones mundanas con el resto de los seres humanos comunes y silvestres. Pero el culpable de todo soy yo, ya que esto es debido al TOAMC (tremendo Odio que Albergo en Mi cucharón).
Consiste en el siguiente 'tic' (Ponga atención, por favor. Usted también lo ha vivido):

Cuando se canta el "cumpleaños feliz"...
...Comienza la canción...
...Se canta el primer verso...
¡Y de pronto!
¡Con la gentil ayuda del reggeaton, las movidas canciones del carrete, y artimañas publicitarias!
¡Zam!
¡¡Aparece esa frase fantasma!! ¡¡Esa que en mis tiempos -¡qué buenos tiempos!- no existía!!
"¡Feliz, feliz!"

¿¡Pero qué demonios es esto, señores!?
Los instruídos por aquél que planeó esta maléfica conspiración están repartidos entre mis mejores camaradas de guerra (amigos). Incluso planearon la forma en que no me dieran ganas de matarlos...
...pero quizás fallaron, señores, ¡Quizás fallaron!

Porque después que uno dice "Te deseamos a tí", rematan con un rastrerísimo "¡A tí, a tí!". ¡¡NNNGH!! ¡¡Agréguenle el "Shiaa, la pulenta" también, jolines!!
¡Esto es más de lo que uno puede sorportar!!
¡¡Si conocen un grupo cerrado de personas que nos e vea obligado -conscientemente o no- a agregar esas seis miserables y desagradables palabritas que transforman el cumpleaños feliz en un reggeaton, ¡invítenme! ¡Yo voy a ese cumpleaños, y le hago barra!


Gracias por leerme.
Besos.

1 comentario:

Raliuga dijo...

ad won odio esas putas palabras, aunke en relidad yo odio k me selebren el cumple... me trauman...